loading...
loading...

domingo, 5 de marzo de 2017

Tres días después les llamó por teléfono y les pidió ayuda

Ningún padre en este mundo está preparado para ver a su hijo morir frente a ellos. Esta claro que todos tenemos en la mente la idea de que nuestros padres algún día se irán y nos dejarán solos, pero cuando la situación es al revés y el hijo es quien se adelanta, la situación es desgarradora.
Esta experiencia la tuvieron que vivir en carne propia Mike y Kerry Askin, quienes tuvieron que ver pasar a su hijo Dylan por las peores situaciones de su vida y ello no podían hacer mucho para cambiarlo. Dylan, con solo tres añitos, estaba muy enfermo y su situación era cada vez peor.
Luego de tres semanas la condición del pequeño empeoró, por lo que tuvo que ser conectado a un respirador artificial, el cual era el único que lo mantenía con vida. Cada semana era un ataque nuevo, les costaba mantenerlo con vida, por lo que sus padres tomaron la peor decisión de sus vidas.
Ellos no querían someter a sus hijos a más sufrimientos, puesto que les partía el alma presenciar cómo su hijo se encontraba peor. Dylan estaba en coma, el respirador lo mantenía con vida, pero él, en sí, ya no estaba vivo.
Decidieron que lo mejor era desconectarlo, por lo que programaron una fecha de tres días para poder despedirse de él completamente. Su padre fue el primero que entró a la habitación, le dijo que era su mayor orgullo y un súper héroe que admiraba muchísimo. Sus lágrimas no dudaban en salir.
Fue así, que aún estando en el hospital, los padres comenzaron a preparar el funeral de su pequeño bebé de tres años. La vida había sido muy injusta con él, pensaba su madre, ya que no lo dejaría hacer todo lo que quería.
Pero, ahí estaban, tratando de ser fuertes, diciéndose a sí misma que era lo mejor. Cuando los tres días pasaron y era el momento en que todo acabaría, la madre recibió una llamada que la hizo caer al suelo llorando en un instante.
Su esposo no sabía lo que le pasaba, pero cuando sostuvo el teléfono y habló se dio cuenta que tras la otra línea quien hablaba era su hijo, su pequeño Dylan.
Luego, la enfermera que estaba con él tomó el mando del teléfono y le dijo a los padres que su pequeño había despertado. Nadie entendía qué había pasado, pero supieron de inmediato que todo era parte del plan de Dios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Popular Posts